En el trabajo
Gran parte de nuestro día a día lo pasamos en el trabajo, por eso es tan importante adoptar medidas para prevenir el dolor de espalda en este ámbito, que también serán útiles en el resto de actividades cotidianas.
Reglas de oro
- Usar calzado cómodo y que se adapte bien al pie.
- Mantener el peso ideal.
- Evitar el sedentarismo.
- Mantener un buen equilibrio emocional.

- Mantener la espalda recta, sin flexionar el tronco.
- Disponer el plano de trabajo a la altura de los codos.
- Dejar espacio para los pies debajo de la mesa. Ir elevándolos de forma alternativa, quizá con la ayuda de un reposapiés.
- Procurar que la mayoría de movimientos se realicen con los brazos apoyados.
- Moverse para alcanzar los objetos lejanos, en vez de alargar el brazo.

- No curvar ni tensionar la espalda. Mantenerla en posición vertical, bien apoyada en el respaldo del asiento.
- Descansar los pies sobre un reposapiés.
- Si se trabaja con ordenador, la pantalla debe quedar a la altura de los ojos y los antebrazos deben tener un apoyo al manejar el teclado y el ratón.
- Las rodillas deben estar flexionadas a 90º.
- No sujetar el teléfono con el cuello para mantener las manos libres.
- No mantener durante mucho tiempo la misma posición.
- Levantarse y dar algunos pasos cada 45-50 minutos.

- Agacharse doblando las rodillas y no el tronco.
- Aprovechar el impulso de las piernas para levantarse.
- Si la carga se transporta a peso, llevarla pegada al cuerpo, buscando posiciones de equilibrio.
- Sujetar la carga de forma segura.
- No flexionar el tronco ni realizar rotaciones.
- Para mover un objeto muy pesado sin levantarlo, evitar arrastrarlo o empujarlo con la fuerza de los brazos, sino apoyando la espalda contra él y empujando con las piernas.